viernes, 17 de mayo de 2013

La importancia de las palabras

De la abundancia del corazón habla la boca. Mateo 12:34
Al Señor cantaré en mi vida; a mi Dios cantaré salmos mientras viva. Salmo 104:33
La palabra a su tiempo, ¡cuán buena es! Proverbios 15:23
 

Parece ser que cada día, en término medio, una persona habla lo suficiente como para llenar 20 páginas A4, es decir, dos libros de 300 páginas cada mes.
De esa multitud de palabras, ¿cuántas son palabras de vida, de bondad y de rectitud? ¿Y cuántas desgraciadamente son tan sólo palabras de muerte, es decir, maledicencia, críticas y mentiras? Cada uno debe preguntarse: ¿qué sale de mi boca?.

Esas palabras, algunas de las cuales pueden producir tanto daño en nuestras relaciones con los demás, aún así forman parte de nuestra dimensión humana.

Los animales no hablan (incluso si existe una forma de comunicación animal).

Es propio del hombre, creado a imagen de Dios, poder revelar sus pensamientos, sus sentimientos, contar sucesos y establecer auténticas relaciones con los demás a través de sus palabras. Y aún más, mediante las palabras podemos dirigirnos a Dios en oración y alabarlo.
Amigos cristianos, ¿qué lugar ocupa la alabanza en nuestra vida? ¿Podemos decir como el salmista: “Grandes cosas ha hecho el Señor con nosotros; estaremos alegres” (Salmo 126:3), o más bien, olvidamos que Dios actúa en nuestra vida? ¿Nuestra boca está llena de quejas, o de agradecimiento?.

Alegrémonos por las obras de Dios; de este modo la alabanza estará más presente en nuestra vida. Cantemos cánticos con otros creyentes, pero también en familia e incluso solos. Dios oye nuestras palabras, pues nada se le escapa. También escucha nuestras oraciones y las contesta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario