martes, 20 de noviembre de 2012

Tiene un mensaje

Dios, habiendo hablado… en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo. Hebreos 1:1-2
Oíd, y vivirá vuestra alma.
Isaías 55:3
 

Todos prestamos atención a los mensajes que recibimos por diferentes medios de comunicación: Internet, SMS o teléfono, aunque sólo sea para saber la identidad del corresponsal.
Entonces, ¿podría suceder que no aceptemos lo que Dios quiere decirnos?
 
Quizás usted se pregunte cómo hacer para escuchar a un Dios a quien no ve. O, ¿está sorprendido por la manera en que pueda hablarle?

La Biblia responde perfectamente a esas preguntas, porque ella misma es la Palabra de Dios. Nos enseña que, en todo tiempo, Dios nuestro creador, quien es Espíritu (Juan 4:24), habló al hombre (Deuteronomio 5:24), sea directamente o por medio de diferentes portavoces, como los profetas. Así fue como dio a conocer que tenía para los hombres “pensamientos de paz, y no de mal” (Jeremías 29:11).
 
Pero muy pocos escucharon y recibieron su mensaje.
Entonces, hace unos dos mil años, envió al último mensajero de paz: Jesucristo. Jesús, el Hijo de Dios, dio su vida en una cruz para salvar a quienes lo aceptan como Salvador, dándoles así la vida eterna.
Aún hoy Dios dirige el mismo mensaje a todo el que quiere oírlo: “Arrepentíos, y creed en el Evangelio” (Marcos 1:15).
 
Es un mensaje vivo, un mensaje de verdad, de perdón y de amor divino.


FUENTE: © Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

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