miércoles, 7 de noviembre de 2012

Dios y los gobiernos de los hombres

El noventa por ciento de los problemas nacionales e internacionales que enfrenta nuestro mundo actual es el resultado del gobierno o de la religión. Esto incluye el hambre mundial, las epidemias, guerras, terrorismo, conflictos étnicos y raciales, segregación, tensión nuclear e incertidumbre económica.
 
A lo largo de la historia, el mayor desafío del hombre ha sido aprender a vivir en paz consigo mismo y con su prójimo. En todas estas expresiones sociales y culturales de la humanidad, la única cosa que siempre evoluciona es alguna cosa de estructura de autoridad, una forma de liderazgo o mecanismo de gobierno con el propósito de establecer o mantener el orden social. La necesidad de un gobierno y orden es inherente en el espíritu humano y es una manifestación de un mandato divino dado a la humanidad por parte del Creador.

 
El hombre fue creado para gobernar y regir, y por lo tanto, es parte de su naturaleza buscar algún mecanismo de autoridad que traiga orden a su mundo privado y social. El gobierno es necesario, deseable, y esencial para el contexto social del hombre, sin importar cuan primitivo o moderno sea. Por eso el hombre continua buscando una manera efectiva de gobernarse a si mismo. Esta empieza en el pequeño prototipo de sociedad, la familia, y se extiende hasta la manifestación de expresiones nacionales de orden constitucional. Las naciones necesitan gobierno.     
 
El primer libro de Moisés, Génesis, explica que el primer prototipo de gobierno fue introducido por el mismo Creador mucho antes de que los primeros humanos existieran en la Tierra. Ello evidencia una estructura de gobierno que preexistía antes que la tierra y el universo físico. Esta expresión de estructura de gobierno fue resultado de un deseo de traer orden al caos y productividad al vacío. (Génesis 1:2-3).
 
Una de las principales motivaciones para la creación del hombre era proveer un gerente, administrador y gobernador al planeta tierra. Por tal razón lo expresó con estas palabras: “hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza. Que tenga dominio sobre todo” El gobierno es idea de Dios, la ausencia o falta de un gobierno correcto siempre llevará al caos y al desorden, dondequiera que haya caos, desorden o falta de productividad, la respuesta está en el gobierno correcto: El gobierno de Dios.    
 
Dios trae consigo el concepto de reino que se originó en su mente y fue el sistema de gobierno original diseñado para la tierra. Provee los mayores beneficios a sus ciudadanos. El reino es una idea tan extraordinaria que solo Dios pudo haber pensado en ella. Y es el único sistema que puede traer la paz, equidad y realización que la humanidad anhela.
 
El hombre ha intentado imitar y duplicar el diseño celestial del reino con resultados decepcionantes.
 
Cuando el hombre rechazó el gobierno de Dios, se convirtió en la fuente de su propio programa de gobierno.
 
Los esfuerzos del hombre por establecer un gobierno de reino han dado como resultado modelos defectuosos, opresivos y destructivos que no solo han perdido de vista las nobles aspiraciones del hombre, sino que también han provocado repercusiones negativas en su prójimo.
 
La humanidad ha llevado a la abolición de la paz y la instalación de formas de gobiernos inferiores. Algunas son mejores que otros (Feudalismo, Dictadura, Comunismo, Socialismo, Democracia), pero todos son subordinados al gobierno de Dios.     
 
Una mirada cuidadosa y sincera a los escritos bíblicos nos revelará que el mensaje fundamental de este libro, ampliamente malinterpretado, trata de un Rey y su Reino. No es primordialmente un libro sobre religiones o rituales, sino sobre el establecimiento de un gobierno de reino en este planeta que proviene del plano celestial. Es acerca de un proyecto divino de gobernar la tierra desde el cielo mediante la humanidad. En términos prácticos, la Biblia trata sobre la familia real a la que se le mandó colonizar la tierra desde el cielo. Esta misión es la prioridad de Dios y el objeto de la búsqueda inherente a toda la humanidad.
 
Todo lo que Jesús hizo y dijo, estaba centrado en un reino, no en una religión, tenía tan solo un mensaje, un mandato y una misión; el regreso del reino de los cielos a la tierra. Desde el mismísimo comienzo dejó en claro que la principal necesidad de la raza humana, y la única solución al dilema de gobierno de la humanidad, era el reino de Dios.
 
Sus primeras declaraciones en público revelan su prioridad. Mateo 4:17 (Biblia en Lenguaje Sencillo) 17 Desde entonces, Jesús comenzó a decirles a todos: "Vuélvanse a Dios (cambio de mentalidad), porque su reino se va a establecer aquí" Mateo 5:3 (Biblia en Lenguaje Sencillo) 3 "Dios bendice a los que confían totalmente en él, pues ellos forman parte de su reino.
 
Tomado del Libro Los Principios Del Reino. Autor: Myles Munroe Pag. 35 - 51 Editor Agenda de Dios: Olman Rímola

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