sábado, 27 de julio de 2013

Orar conforme a la voluntad de Dios

(Jesús dijo): Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. Juan 15:7
Ésta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. 1 Juan 5:14
Deléitate asimismo en el Señor, y él te concederá las peticiones de tu corazón. Salmo 37:4
Oramos primeramente para que Dios sea glorificado. Cuando por la fe nos acercamos verdaderamente a Dios, el deseo de honrarlo crece en nosotros. Entonces, ligados a ese deseo, oramos para discernir y cumplir la voluntad de Dios. Orando aprendemos, no a imponer nuestro pensamiento a Dios, sino a someternos a él.
Por medio de la oración buscamos lo que Dios desea y lo aceptamos para hacerlo. “Hágase tu voluntad”, nos enseña a decir Jesús en el modelo de oración que dio a sus discípulos (Mateo 6:10)

Él mostró el ejemplo supremo aceptando morir en la cruz (Mateo 26:42).
S. Fayard

Orar según la voluntad de Dios no implica que pidamos menos, sino al contrario, mucho más. Pedir lo que Dios quiere que poseamos nos dará una felicidad infinitamente mayor que si pudiésemos obtener todo lo que nuestro corazón desea fuera de su voluntad.
J. R. Rice
Permanecer en Cristo es el secreto de la vida de oración. Cuanto más vivamos en comunión con el Señor, tanto más aprenderemos a pensar como él. Cuanto más lo conozcamos por su Palabra, tanto más comprenderemos su voluntad. Cuanto más sometamos nuestra voluntad a la suya, tanto más seguros estaremos de que nuestras oraciones serán oídas.
W. McDonald




FUENTE: © Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

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