Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros. 1 Juan 4:12
Arbol de La Trinidad |
La palabra
«trinidad» no aparece en la Biblia, aunque traduce una revelación bíblica muy
importante. También podríamos hablar de «tri-unidad», pero el lenguaje humano
siempre es insuficiente para describir algo que revela la naturaleza del Dios
infinito.
La Biblia enseña con fuerza la unidad de la Divinidad: sólo hay un Dios. Pero esta unidad no se parece en nada a la del hombre, un ser creado. Un hombre no puede hallarse en Quito y al mismo tiempo en París. Sin embargo, no sucede lo mismo con el Dios único, el Creador.
Está en la gloria de los cielos y
al mismo tiempo se halla presente en todo lugar en la tierra. Esto no significa
que una parte de su ser esté en los cielos y otra en la tierra. No, Dios es uno,
y no puede estar dividido.
Esta presencia de Dios en la tierra fue manifestada cuando Cristo vino a nuestro mundo. Era el Hijo en la tierra, mientras seguía estando en el seno del Padre (Juan 1:18), y hablaba de Dios el Padre como si estuviese en los cielos. Hoy, desde que Cristo subió al cielo, Dios está en la tierra mediante el Espíritu Santo, persona divina a quien el Padre y el Hijo han enviado. Actúa de manera invisible entre los creyentes.
El Dios único, inescrutable para el hombre, se reveló como Padre
mediante su Hijo, quien vino a sus criaturas, las cuales ahora tienen la
posibilidad de adorar al Padre y al Hijo por el Espíritu Santo.
(Continuará)
(Continuará)
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