Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla. Entonces vino a mí palabra del Señor, diciendo: ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero? Jeremías 18:3-4
Es interesante observar a un alfarero haciendo una vasija. Con los mismos movimientos de hace miles de años, ejerce suaves presiones sobre la arcilla que gira en el torno para así obtener la forma deseada.