domingo, 8 de diciembre de 2013

No presentarse como candidato

Muchos son llamados, mas pocos escogidos. Mateo 20:16
Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable. 1 Pedro 2:9



No presentarse como candidato

Sucedió en América del Norte en la época de la esclavitud. Un amo, conocido por su incredulidad, tenía a un esclavo muy piadoso. Siempre se burlaba de la fe de su siervo. Lo que más le divertía era hacerle preguntas difíciles de responder. Un día le preguntó:
–Dime, Sam, ¿crees realmente que irás al paraíso?
–Sí, amo.
–Así que eres un escogido.
–Sí, amo.
–Y yo, ¿seré un escogido?
El humilde esclavo oró dentro de sí y el Señor le dio la respuesta:
–¡Oh, amo, no creo que alguien pueda ser elegido a menos que sea candidato!
 
Estupefacto y sin saber qué responder, el amo dio la vuelta bruscamente y se fue.
 
Cuando soy interpelado por una declaración tan sencilla, ¿soy sensible al hecho de que es Dios quien me habla? Quizá muchas veces Dios ha querido ponerse en contacto con usted, pero hasta ahora usted le ha dado la espalda, como ese amo insensato. 
 
La actitud opuesta, esto es, escuchar a Dios, es «presentar su acta de candidatura»; entonces descubrirá que usted también es un ser escogido, amado por Dios.

“Nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él” (Efesios 1:4).

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